Mujer.

Iyan de Jesús

Tú, mujer, no estas rota, no estás mal, no estas descompuesta, no es que no funcionas o sirvas o que estés vacía como si algo te faltara.

-Insisto, no estas mal.- 

Es sólo que que estas atrapada en tu propio caos, has creado un torbellino de cuál sientes no poder escapar, son ideas e ideas, emociones fuera de control, el mundo no te exige nada.

-La exigencia de ese mundo sólo es una ilusión.-

La presión aunque en apariencia te la pida el mundo no es él quien te lo demanda, eres tú quien se exige, eres tú quien se duele, quien se sufre, quien pena, quien se siente y cree no suficiente, quien se dice así misma que no satisface a los demás; no se trata de satisfacer a los demás.

-El bienestar y la felicidad no radica en lo externo, sino en el valor que te das a ti misma.- 

Ya eres maravillosa, ya eres grandiosa, ya eres hermosa, date cuenta de ello; más aún no es necesario darte cuenta, sólo necesitas recordar que ya eres eso que buscas.

¡Manifiestalo!

Ľυίṣ Λṃᾰṳṙẙ ɌН.