Paradoja.

Dos realidades colisionan

para UNO la maceta de tierra fértil

para OTRO la semilla del amor que germina

y así... viceversa

para el OTRO la maceta de tierra fértil

para UNO la semilla del amor que germina.

Dos realidades en superposición

coinciden en el espacio-tiempo

tal es la concentración de energía

que por una misteriosa razón

se rasga el velo de ambas existencias

confluyen por la mera presencia.

Es el encuentro de dos entidades

la atracción magnética en ambas miradas

destello de dos luces que se llaman

la causalidad de sus acciones y decisiones

un entramado de infinitas posibilidades

convergen en el cruce de sus caminos.

Cual moléculas en reacción

se dan y se ceden

pierden y ganan

se benefician y sacrifican

todo esto con la intención

en la búsqueda de cierto equilibrio.

Pero a veces y en comunes situaciones

desconocemos a incertidumbre

lo relativo que es el espacio-tiempo

que la unión no se destruye sino transforma

estadísticamente hay dos resultados posibles

él sendero para dos o, dos senderos para cada uno.

La segunda consecuencia es sin duda

la opción menos deseada pero siempre probable

ante dicho evento también ocurre cierta reacción

tarda en desvanecerse la memoria del cuerpo del otro

quedan remanentes de recuerdos y vivencias

el vacío que deja la cotidianidad compartida.

A la deriva viajaba una semilla

encontró tierra fértil y germinó

dio flores, frutos y enraizó

se manifestó en belleza, creció

para no perecer, la maceta quebró

raíces fuertes y profundas, follaje amplio y alto hacia el cielo, exclamó.

Hay en algún lugar del tiempo-espacio las condiciones necesarias para seguir creciendo.

Ľυίṣ Λṃᾰṳṙẙ ɌН

No tree, it is said, can grow to heaven unless its roots reach down to hell.

-C. G. Jung