Hilos invisibles.


Hay unos hilos invisibles que me manejan, aparecieron algún día y no me di cuenta, esos hilos me conducen, me hacen actuar, pensar y ver al mundo de una manera particular, fueron adhiriéndose a mi cuerpo penetrando en la carne, en mis huesos, a mi cerebro hasta las profundidades insondadas de la mente. De alguna manera me manipulan, no era consciente de ello -sigo sin serlo del todo- y de los efectos que imprimen en mi y lo que esto a su vez ejerce sobre los otros; una suerte de causalidad implícita interrelacional.

Hilos gestados por la experiencia de mi vida, la influencia de los otros, por los imaginarios colectivos, por la interacción simbólica, las creencias y saberes impuestos o aceptados. Sucede que en ocasiones puedes perder tu individualidad al punto de alienarte, al menos es lo que parece dependiendo de la presión ejercida por la norma y la moral de los otros; esos "altos valores humanos" permeados en las ideas de la sociedad, como la búsqueda de sabernos o pretender lo correcto, la perfección, ideales -utópicos- inalcanzables, ese "deber ser". Porque no nos sabemos completamente buenos o perfectos, buscamos hasta el hastió, la misma búsqueda nos pone como locos llegando a la ansiedad y frustración por no sabernos o enconarnos perfectos, nadie a dicho antes que debe haber una "estética de ser", pero al parecer si la hay y no la conocemos con ese nombre sino como el alto valor humano de la búsqueda de dicha perfección implícita en esa norma y esa moral.

Hilos que yo mismo sin saber fui ligando en mi ser, en ocasiones tan ajustados que aprisionaban mi infinita conciencia, gangrenaban mis ideas al punto de amputar y anular la libertad; la muerte sería una opción, absurda pero rápida y segura -claro depende del método- por evitar enfrentarme a mi mismo.

Por eso, los hilos, nos lanzamos a la vida como de un risco con la esperanza de que si no nos gusta algo ellos nos detengan, percibimos aunque sea un destello de que en realidad la vida es una constante incertidumbre por eso los hilos nos dan seguridad. La libertad supone aprender de "los errores, de los fracasos y las caídas", estos últimos conceptos -que irónico- también están formulados desde el ideal de la "perfección y de lo correcto", son sus antagonistas, porque los errores, fracasos y caídas los valoramos como aspectos que bien no deseamos y buscamos los efectos contrarios; comprendo entonces que el valor que le doy al "deber ser" es algo subjetivo -en comparación con le valor que le dan los otros- ¿entonces no hay posibilidad de desprenderme de esos mis hilos? pero si te desprendes completamente es como aislarte y alejarte del mundo y quizá no habría vuelta atrás, después de todo somos seres sociales y en el trascurso iremos aprendiendo a conducirlos.

Budha después de tantas privaciones como asceta se acerco a un río para beber un poco de agua y observo a un padre e hijo que pescaban, el padre dijo al niño, no tenses la caña o no la aflojes demasiado así no podrás atrapar ningún pez, entonces se dio cuenta que la verdadera forma de alcanzar aquello que deseamos es a través del equilibrio (el camino medio). Sucede pues que dichos hilos han de estar justamente ni tensos ni flojos, pero eso solo lo sabe quien los porta.

Ľυίṣ Λṃᾰṳṙẙ ɌН.

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